Un 42% de los estudiantes de formación profesional, frente a un 38,5% de los estudiantes universitarios
Ya es oficial. Estudiar una carrera universitaria no es garantía de encontrar un empleo. Los últimos datos arrojan que del total de universitarios que acabaron sus estudios en el 2014, no habían encontrado un empleo en el 2018. Por la contra, de los que estudiaron una formación profesional sólo un 15,67% se encuentran en situación de desempleo. Asimismo, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sitúa la tasa de inserción laboral de los alumnos de formación profesional en un 41,33%.
Sin duda, las empresas buscan cada vez una formación más práctica. De hecho, las ofertas de empleo que requieren un título de formación profesional, superan por primera vez a las ofertas en las que se solicita un Título Universitario. Los expertos creen que esto es debido a que la formación de estas personas es más especializada y está hecha a medida de lo que necesitan las empresas.
Por otro lado, en FP las horas de prácticas en empresas son mayores y las empresas tienen tiempo de moldear a los trabajadores a su gusto. Permiten, por lo tanto, un mayor contacto con el mundo profesional y con las labores reales del puesto de trabajo.
Para terminar, la oferta académica de la FP es cada vez mayor. En España hay 150 ciclos formativos dentro de 26 familias profesionales. Están divididos en 3 estados: básico, medio y superior. Y de uno superior (que es el que presenta mayor empleabilidad) se puede pasar a una carrera universitaria.