Puede ser una discapacidad heredada, adquirida o congénita.
La discapacidad auditiva es un déficit total o parcial de la función del oído. No tiene por qué venir acompañada de otro tipo de discapacidad, por lo que el intelecto de estas personas es igual que el de cualquier otra persona.
Existen dos tipos de discapacitados auditivos:
- Sordas: que tienen una deficiencia total o muy profunda.
- Hipoacúsicas: que tienen una deficiencia parcial. No han perdido la función auditiva totalmente y pueden mejorarla con el uso de audífonos.
La discapacidad auditiva puede ser hereditaria, adquirida en algún momento de la vida, o congénita (prenatal, por una enfermedad de la madre durante el embarazo, o peri natal, por traumatismos en el parto, partos prematuros).
Las personas con discapacidad auditiva usan la lengua de signos para comunicarse. Se trata de una lengua que posee una estructura gramatical propia y que se basa en gestos que se refieren a cosas, objetos o conceptos. No es una lengua universal, ya que cada país tiene su propia lengua de signos. Además, es una lengua que está en constante crecimiento y que es igual de compleja que la lengua hablada.
Cuando la sordera se adquiere después de los tres años, la persona puede recordar la lengua oral por lo que su competencia lingüística podrá ser enriquecida a partir de la experiencia acumulada.
Por lo tanto, estas personas a priori son capaces de comunicarse de la misma forma que una persona sin discapacidad y pueden ocupar prácticamente todos los puestos de trabajo con una mínima adaptación.