En ocasiones, algunas publicaciones en redes sociales, han acabado con un despido
¿Crees que un simple tweet o una publicación en tu muro de Facebook puede ser un motivo de despido? Podríamos pensar que nuestras redes sociales son parte exclusiva de nuestra vida personal. Sin embargo, cada vez más, los reclutadores y los miembros de recursos humanos revisan la huella digital que dejamos en nuestros perfiles sociales con el objetivo de conocer un poquito más de nosotros.
Efectivamente, todo lo que el trabajador haga fuera de su horario laboral, debería quedar reservado a su esfera privada. Sin embargo, existen excepciones, como que lo publicado pueda dañar la imagen de la compañía o que las publicaciones puedan hacer vincular a la persona con la marca.
Por eso, desde Acadis, recomendamos tener un poquito de cuidado con lo que publicamos, ya que puede traernos algún que otro disgusto. Aunque en España es necesario argumentar un motivo vinculado realmente al ámbito laboral, para hacer efectivo un despido; nuestras publicaciones en redes sociales sí pueden convertirnos en candidatos menos deseables para las empresas.
Libertad de expresión Vs Derecho al honor de las empresas
No obstante, han existido algunas ocasiones en que publicaciones desafortunadas en redes sociales han servido como motivo para despedir a un trabajador. Por ejemplo, un trabajador de Primark en Palma de Mallorca que, en 2018, a través de un meme, se burló de las angustiosas imágenes de la guerra en Siria, fue despedido por ello. Según la sentencia, el trabajador “incumplió sus deberes de fidelidad y lealtad implícitos en toda relación laboral”
Aunque estos casos son los menos numerosos, también existen y hay que tener cuidado. Sobre todo, cuando nos referimos a publicaciones que tienen que ver con críticas a la propia compañía. Esta situación, que enfrenta el derecho al honor de las empresas con la libertad de expresión del empleado en su vida privada, suele resolverse de manera individual en los tribunales, debido a la complejidad de cada situación.