Su discapacidad se convierte en un valor añadido en la mayoría de los casos
Al contrario de lo que puedan pensar muchos, las personas con discapacidad son candidatos perfectos para cubrir vacantes en las empresas. Existen muchas razones que justifican esta afirmación, como que su dedicación es muchas veces mayor ya que ven reforzados valores como su esfuerzo o su afán de superación.
Además, en otras ocasiones, estas personas tienen una mayor voluntad y capacidad de sacrificio, debido a la realidad que han vivido en su día a día. Y eso sin duda, se ve reflejado en el trabajo que desarrollan en su puesto.
Por otro lado, siempre y cuando su discapacidad esté adecuada a su puesto de trabajo, se ha comprobado que esta discapacidad puede convertirse en un valor añadido. Por ejemplo, las personas sordas se concentran mejor que las que oyen, por lo que son especialmente válidos para puestos de informático o programador. O las personas con discapacidad intelectual desarrollan muy bien sus habilidades en puestos donde se realizan trabajos rutinarios.
Mejora el clima de las empresas y su competitividad
La experiencia nos dice que la integración laboral de personas con discapacidad es fundamental para conseguir la inserción total de estas personas y de las mejores formas de conseguir que sean independientes y tengan una vida digna. Pero además, está comprobado que se mejora el clima laboral de las empresas y se enriquece el capital humano y su competitividad.
Por último, contratar personas con discapacidad es un elemento a destacar en cuanto a las Políticas de Responsabilidad Social se refiere. Refleja la contribución de la empresa de cara a los medios de comunicación y la sociedad.
Desde Acadis, Centro Especial de Empleo, queremos allanar el camino para conseguir que los discapacitados tengan más fácil se carrera hasta conseguir un empleo; además, pretendemos sensibilizar a las empresas y la sociedad en general, para que la discapacidad no sea un problema para conseguir un trabajo, sino otra de las características de la persona, que puede llegar a ser incluso una virtud.
