Las pseudoterapias son prácticas de las que no hay evidencia ciéntifica
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha incidido en los últimos días en la necesidad de extremar las precauciones contra las pseudoterapias o las malas prácticas en materia de salud. Y es que, estas malas prácticas pueden actuar más intensamente a personas con discapacidad.
Según ellos, la solución pasa por ofrecer más información sobre la existencia de este tipo de tratamientos y un marco normativo que regule estas actividades y servicios. La información debe ir dirigida a personas con discapacidad (y público en general) y sus familias y debe contar con el apoyo de la Administración Pública. Por supuesto, destaca que estas campañas informativas deben ser accesibles para todos, e incorporar la utilización en lengua de signos y el subtitulado.
Desde esta y otras instituciones han creado un manifiesto en el que destacan su rechazo al “uso, la distribución y comercialización de prácticas, terapias, métodos, tratamientos, productos y/o servicios para procesos de prevención y/o diagnósticos, rehabilitación y/o soluciones protésicas que comprometen la salud de la ciudadanía en general, y de las personas con discapacidad, en particular”.
Las consideradas pseudoterapias son prácticas que no tienen evidencia científica y que, aplicado sin control estricto, pueden acarrear serios problemas de salud.
Investigación para probar la evidencia de estas pseudociencias
Por otro lado, el CERMI aboga por impulsar la investigación con el objetivo de probar “la evidencia de eficacia de estas prácticas, y que revierta en la comunidad científica y sanitaria y se traslade de forma comprensible y accesible a la población general”.
Una vez desarrollada esta investigación, consideran que se debe desarrollar un marco normativo que regule estas actividades y servicios. De esta forma se podría multar el uso fraudulento y prácticas que probadamente sean nocivas.
