También puede ser muy útil para sus cuidadores
Un estudio realizado en Virginia, EE.UU, ha arrojado unos datos muy relevantes sobre los beneficios que puede tener practicar Mindfulness en personas con discapacidad. Así, esta práctica obtiene unos resultados excelentes como tratamiento de la ansiedad, el estado de ánimo, el estrés, la agresividad y las autolesiones.
De ahí que se recomiende tanto para personas con ciertas discapacidades, como para sus cuidadores. Unos de los que mejor responden a este tipo de terapias son los discapacitados intelectuales. Se les ayuda a entender sus emociones, a tomar conciencia de sus pensamientos y de su cuerpo, a escuchar sus necesidades y a disfrutar de las cosas cotidianas de la vida.
Por otro lado, la práctica del Mindfulness para los cuidadores y familiares de personas con discapacidad es también muy recomendable. Les ayudará a controlar la ansiedad, el estrés, le depesión,… Y lo más importante, aprenderán a ver todo lo bueno que hay en sus vidas, incluyendo su relación con la persona a la que cuidan.
¿Pero qué es el Mindfulness?
Se trata de una terapia de meditación que se utiliza para mejorar la salud, tanto física, como psíquica. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas separando a la persona de sus pensamientos. Intenta que dejemos de pensar en pensamientos del pasado y nos centremos en el presente. Por ejemplo, si lo que estás experimentando ahora mismo te gusta, quieres que continúe; sin embargo, si no te satisface, quieres que desaparezca.
De esta forma, podemos relacionarnos de manera directa con aquello que está sucediendo en nuestra vida, tomando conciencia de la realidad y aprendiendo a trabajar con nuestro dolor, estrés, enfermedad, pérdidas o desafíos de la vida.
¿Te animas a probarlo?