Acierta cuando traes con una persona con discapacidad y disfrutad en compañía
Cuando convivimos con una persona que tiene alguna discapacidad, ya sea un amigo, vecino o compañero de trabajo, a veces necesitamos ayuda para entender cómo debemos relacionarnos con él. Cuando es un familiar cercano nos resulta más fácil, ya que solemos contar con profesionales que nos asesoran sobre cómo vivir su realidad, sus necesidades.
Pero cuando no es tan cercano, a veces nos surgen dudas. ¿Estaré actuando correctamente? ¿Necesitará mi ayuda? ¿Se ofenderá si le ayudo demasiado? Aunque cada caso es un mundo, hoy queremos orientarte un poco sobre algunas cuestiones con las que seguro que sí acertarás en tu trato con una persona con discapacidad, sea el caso que sea:
- Lo primero, actúa con naturalidad. Las personas con discapacidad no quieren que se les trate de una forma especial o con paternalismos. Trátales como lo harías con alguien más, de forma educada, pero sin excesos.
- Evita utilizar términos o eufemismos ofensivos. La terminología aceptada incluye “personas con discapacidad” y “personas con dificultades visuales/auditivas/físicas/cognitivas o de habla”. Muchas personas consideran ofensivos o molestos términos como “confinada a una silla de ruedas”, “víctima de”, “padece de”, “retrasado”, “deformado”, “lisiado” y eufemismos como “limitaciones físicas”. Si tienes dudas, pregúntale a una persona con discapacidad qué término prefiere.
- Ayúdales en el caso de que lo necesiten, pero no estés continuamente intentando ayudarles. Aunque no lo creas, independientemente del tipo de discapacidad que tengan, pueden hacer muchas más cosas por sí mismos de las que crees. Si necesitan ayuda, te la pedirán. O si crees que necesitan ayuda, pregunta antes.
- Háblales directamente a ellos y no a las personas que lo acompañan.
- Escúchales con atención, porque ellos también tienen cosas que contar. Si tiene problemas para comunicarse, dale tiempo para que se comunique.
- Pídeles su opinión. ¿A ti te sienta mal que tomen decisiones sin contar contigo? Pues a ellos también. Y por supuesto, respeta sus decisiones.
- Comparte con ellos todo lo que puedas. Si son niños, los juegos, los juguetes. Si son adultos, las historias, las experiencias.
- Realiza actividades con ellos. Son muchísimas las actividades que ellos pueden realizar igual que tú. Simplemente proponle hacer cosas y ¡divertíos!
- No te olvides de disfrutar de su compañía, ya que compartir tiempo con una persona con discapacidad es una oportunidad para ambos. Podéis aprender mucho de estar juntos.
- Ofrécele siempre confianza, para que se sienta tranquilo.